La selección argentina sub 20 clasificó al mundial de Corea después de superar a su par venezolano por 2 a 0 y del ansiado empate entre Colombia y Brasil. Después de tanto sufrimiento el milagro sucedió, pero este logro no debe ocultar los problemas que hay en los seleccionados juveniles que incluyen la falta de trabajo, el poco entrenamiento y la poca seriedad a la hora de elegir al cuerpo técnico. Por Martín Lujan.
Argentina siempre ha sido una cantera de grandes jugadores. Esto se podía ver en los seleccionados juveniles. Para esto solamente basta con repasar la lista de los que han pasado por los sub 20 y han llegado a la primera división e, incluso, muchos disputaron partidos y competencias internacionales con la selección mayor.
Luego de 16 años de su primer consagración en 1979 (con emblemas como Diego Maradona y Ramón Díaz), el seleccionado argentino ganó el mundial de Qatar 1994 en una memorable final frente a Brasil. De ese plantel la mayoría llegó a primera y junto al equipo que dos años después repitió en Malasia y que perdió en los octavos de final en Nigeria en 1999 sentó las bases en el fútbol argentino para los próximos diez años. Entre ellos figuraban jugadores de la talla de Federico Domínguez, Gustavo Lombardi, Juan Pablo Sorín, Ariel Ibagaza, Javier Saviola , Juan Román Riquelme, Pablo Aimar, Walter Samuel, Esteban Cambiasso, Fabián Cubero, Luciano Galetti, Gabriel Milito, Sebastián Saja, Daniel “Rolfi” Montenegro entre otros.
Cabe destacar que algunos de estos jugadores formaron parte de los planteles de las selecciones mayores en los mundiales del 2002, 2006 y 2010. Lo mismo sucedió con los jugadores de los tres siguientes planteles que ganaron los títulos en el 2001, 2005 y 2007. Nombres como Carlos Tevez, Fernando Cavenaghi, Pablo Zabaleta, José Sosa, Ezequiel Garay, Lucas Biglia, Fernando Gago, Lionel Messi, Ever Banega, Ángel Di María, Sergio Agüero integraron las nóminas en el mundial 2006, 2010, 2014 y muy posible lo hagan en Rusia 2018.
Esto se dio gracias al trabajo que inicio José Pekerman en 1994, que luego continuaron Hugo Tocalli y José Ferraro hasta el año 2011. Este proceso fue interrumpido y dio inicio a una crisis que hasta el día de hoy se ve en este seleccionado juvenil que no representa el espíritu de esos grandes equipos. En ellos por encima de cualquier cosa se jugaba bien al futbol, sin importar el resultado, ese era el objetivo principal: el de formar jugadores.
No es culpa de los jugadores o del cuerpo técnico sino de los dirigentes que no dimensionan en su medida cuenta que estos proyectos formarán parte de la selecciones del futuro y que no era necesario cambiar un proyecto que se probó exitoso para poner en marcha uno totalmente nuevo (generación ganadora del 86´incluida) ya que los problemas fondo continúan.