Generar un espacio independiente y gratuito en el conurbano no es fácil, pero Gianfranco Berttacchini junto a Zulma Olivetta y Roberto Cesan consideran que esto es algo impostergable. Por Alejandro Fernández.

-Gianfranco, ¿cómo empezó todo este proyecto de los musicos y las musicas
-Hacia fines de 2014 realizamos un evento teatral frente a "La Conurbana" en Varela y en un entremés le dije a un amigo si queria cantar algo improvisado sin amplificación. Obviamente no tuvo mucha atención y prometimos organizar un "microfono libre" y a la semana siguiente teniamos cantidad de amigos músicos en la Conurbana, al año siguiente continuamos con las fechas esporádicamente y durante el 2016 lo hicimos bimestralmente. Hoy ya estamos por la 10° edición con lista de espera de músicos que se prenden en la próxima.
-¿Por qué crees que generar esos espacios es necesario?
-En el conurbano y mas en Varela es difícil la difusión del arte si no pagas o sos el artísta "oficial". Nosotros como amantes del arte y músicos que somos, creemos que el espacio de difusión debe estar para todos aquellos que tengan una propuesta y no quede solo en la idea. Acá es totalmente gratuito y se arma todo a pulmón, luces, sonido, difusión, el espacio se cede a quien tenga una propuesta artística seria con compromiso, preferentemente de Varela, que tiene dificultades de exposición para los artistas locales.
-¿Quiénes participan en esta edición de Los Musicos?
-Andrés Navarro y Julián Arias (Dúo musical y origamis gigantes), Síntesis (Verónica Sholz, Alejandro Romero y Carlo Vallejos), Aindiados Rock (Patrick, Erik, y Cristian Soto), y Acoplando folclore (La familia Soto). Igualmente tenemos solicitudes en lista de espera de artistas plásticos, actores y escritores para quienes vamos armando fechas futuras. Si bien estamos enfocados en Varela la convocatoria esta abierta para artistas de partidos vecinos que tengan una propuesta comprometida y respetuosa. Lo de Andres Navarro merece una mencion especial ya que sus origamis gigantes tiene un contenido de denuncia, reflexión y memoria, inspirado desde niño por el cuento de las "Mil grullas" (de Elsa Bornemann).
