Ya se palpita el duelo, este domingo desde las 5 de la mañana (hora Argentina) volveremos a vivir Roger vs Rafa, Nadal vs Federer. Por Agustín Cassano (@CassanoAgus).
Si un amante del deporte pidiese tres deseos, sin lugar a dudas dentro de este tercero pedirá ver a Federer. Y si pide ver a Federer y le dieran la chance de ponerse más exquisito le encantaría que sea ante su némesis de Roland Garros y de algunos otros torneos más, Rafael Nadal.
Pasó ya mucho tiempo desde que la mayoría de las finales del circuito ATP y de Grand Slams eran protagonizadas por Rafa y Roger. Eran los reyes del tenis y quien se encontraba tercero del ranking era el mejor mortal, porque estaba la duda de si ellos dos eran seres humanos.
Hoy la realidad es otra, pero el tiempo y el tenis parece que se querían dar un lujo y decidieron que la final del Abierto de Australia se disputase entre los dos mejores tenistas que el mundo supo tener por muchas temporadas.
Con dos actualidades muy distintas a las de ese entonces, Federer y Nadal llegan a esta final con la conciencia de que puede ser la última que disputen entre sí.
Roger Federer vuelve a una final de Australia luego de siete años y se convierte en el finalista más longevo de un Grand Slam en la era abierta con 35 años. Rafa Nadal luego de disputar una gran semifinal ante Dimitov llega al último partido del primer Grand Slam del año con una lucha digna de un tenista de su talla.
Volveran a enfrentarse en una final luego de la que ganó el suizo en Basilea en 2015. Aunque en el historial de enfrentamientos Rafa va con ventaja.
Lo importante es que el domingo desde las 5 de la mañana (hora Argentina) volveremos a ver el Superclásico del tenis. Roger vs Rafa, Nadal vs Federer. En el orden que se digan da igual, porque son dos de los cinco mejores tenistas que tuvo la historia del tenis actual.