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Ganó la Toma de los y las trabajadoras del CONICET

El gobierno nacional da un paso atrás y reincorpora 500 investigadores, comprometiéndose a cumplir con la estabilidad laboral dentro del sistema científico. Por Corresponsal Popular para ANRed.

El rostro demacrado del ministro Barañao al momento de firmar el acta acuerdo hablaba por sí sólo. La cara de los representantes de la asamblea expresaba por el contrario un cansancio alegre.

Tras decretar un recorte en ciencia y técnica estatal similar o mayor a los despidos en otras áreas estatales durante el año, el gobierno nacional pasó a un plan B: prometer mantener el gasto presupuestario a condición de que los investigadores aceptaran hacerlo en instituciones ajenas al Conicet. Finalmente esta promesa incierta se transformó -luego de cinco días de toma- en ofrecer prorrogar las becas hasta diciembre del 2017 a los y las 508 investigadoras con recomendación de los jurados para ser incorporadas a carrera.

Recién esta propuesta fue considerada digna de ser analizada por los trabajadores que tomaban el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT), del que depende el Conicet. En menos de tres horas la propuesta corrió de boca en boca (y de WhatsApp en WhatsApp). Se generaron grandes, pasionales e intrincados debates al respecto, hasta que comenzó una asamblea multitudinaria ya antes de las cinco de la tarde en la Toma. Asamblea que contó con 700 trabajadores del Conicet -con voz y voto- y que, con la presencia de trabajadores de otros sectores, superaba holgadamente las mil personas, conformándose como la mayor asamblea en la historia del país.

La prisa, incluso la ansiedad se apoderó de todos quienes estaban en el día a día de la toma, seguramente presionados por la actitud acuerdista del ministro y del director del Conicet, quienes aparentemente no seguirían en sus cargos si le hacían pagar el costo de una "Navidad en el Conicet" al presidente Macri. En cambio los investigadores del interior e incluso quienes estando en Buenos Aires no venían en el día a día, expresaron a lo largo del día su predisposición a redoblar la lucha y su consideración de que el gobierno seguiría desgastándose y podía propinársele una derrota en toda la línea.

Se llegó así al momento de la asamblea de la toma con una situación llamativa: asambleas del interior en ascenso que se dividían entre rechazar la oferta y quienes aceptaban hacer una contrapropuesta al gobierno. Y una asamblea central en la toma que contaba con todas las corrientes, desde las kirchneristas hasta el PTS, pasando por el núcleo impulsor de la Toma, JCP (Jóvenes Científicos Precarizados), que promovían por igual la formulación de una contrapropuesta que dialogara con la del Gobierno, mientras los independientes se dividían entre el rechazo y la formulación de la contrapropuesta.

En la asamblea central se presentó la contrapropuesta elaborada por una comisión de la misma, conformada en primer lugar por los afectados por el recorte. A lo largo de la asamblea se incorporaron agregados traídos por la asamblea de La Plata y por oradores particulares, incluyendo la participación de delegados de las asambleas del interior en la conformación de una Mesa permanente entre el gobierno y la organización de los trabajadores del Conicet (ATE, JCP, agrupaciones particulares).

Entre las principales modificaciones que se propuso en la contrapropuesta estaba la exclusión de que los investigadores fueran derivados a empresas privadas, la explicitación de que puedan seguir en el Conicet, así como el hecho de que en cualquier caso se debe propender a generar condiciones de trabajo similares a la de un investigador de carrera.

Antes de pasar a votar, diversos oradores enfatizaron en que la relación de fuerzas no permitiría conseguir mucho más en lo inmediato, pero sí una pequeña victoria haría posible acumular fuerzas para mayores victorias a futuro, sobre todo en el plano del sistema científico como un todo.

Tras la votación masiva de 700 trabajadores del Conicet a favor de la contrapropuesta en esos renovados términos, subió una delegación a reunirse con el ministro Barañao y con el director del Conicet, Alejandro Ceccatto, reunión en la que en menos de una hora los desgastados funcionarios aceptaron las condiciones de la asamblea, le evitaron al presidente el trago amargo de la toma navideña y salvaron tal vez sus cargos.

Al bajar la delegación leyeron el acta final (foto), con notable emoción que embargaba sus voces y sus ojos. Más de mil almas estallaban en vítores, si bien en una porción quedó el sabor amargo de no haber confluido con el interior en la formulación de la contrapropuesta y otros se lamentaban que no se hubiera conseguido la consigna de que los 500 investigadores fueran incorporados a carrera.

Más allá de la repercusión porteña, diversos sectores del interior deberán evaluar si participar efectivamente en esta Mesa el año que viene, ya que en realidad su incorporación a la misma fue resuelta por la asamblea de la Toma y no por ellas mismas hasta el momento.

Esta situación expresa sin dudas una nueva realidad, la realidad de la novedosa e inédita masividad en la organización de los y las investigadoras en el país, alcanzando escala nacional.

Entrevistado por ANRed, Matías ex JCP y actual miembro de ATE conicet exactas y del Colectivo Desde el Pie en COB La Brecha, nos señalaba que esta firma es vivida como un triunfo porque la mayoría es consciente de que apenas empieza a revertirse una correlación de fuerzas muy desfavorable para los y las trabajadoras. Un año de ofensiva contra los estatales dejó un saldo de decenas de miles despedidos y pocos reincorporados. Este es uno de los poco casos en que logra detenerse la oleada de despidos. Y este pequeño triunfo acumula fuerzas para redoblar la lucha a partir de febrero. Nada de esto hubiera sido posible sin la audacia y firmeza de JCP, que se animó a realizar la acción directa de la Toma y al mismo tiempo ponerla a disposición de todos en el marco de la democracia directa.

"Supimos romper el aislamiento al que nos quiso someter el gobierno, con la invisibilidad primero, luego con los trolls y su campaña de desprestigio ... supimos mostrar que investigar es trabajar y que la ciencia sólo será desarrollada con el empuje de les trabajadores", concluye.

Para Finalizar Pablo nos manifestaba: "Hoy ví a una multitud de investigadores asumiendose laburantes, a un conjunto de compas que pusieron a la "ciencia" en boca de muchos, a gente que pasaba y apoyaba la toma como pocas veces se apoyan luchas populares como esta (tocando la bocina, dejando comida, acompañando, bancando), ví conseguir mucho más que lo que parecía inevitable la semana pasada, y también que no se pudo romper con el centralismo de B.A, vi a muchos compas decepcionados con lo que se definió y que estaban convencidos de que esto era solo el principio (yo, entre ellos).

Y en eso podemos coincidir todos... Esto recién empieza (aunque muchos la vienen remando desde hace tanto...). Y para esto que arranca nada peor que solo ver diferencias y desilusión, que queda mucho por pelear, compas!"

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