En el día de ayer se dieron a conocer una serie de hechos que desencadenaron el desmembramiento del gabinete del intendente Molina. Fernando Pérez, referente del radicalismo local presentaría un pedido de licencia en su puesto como Jefe de Gobierno. El conflicto se habría generado a partir del desplazamiento de Victor Martuchi, ex subsecretario de Servicios Públicos.
Todo comenzó con las internas distritales de la Unión Cívica Radical. A nivel provincial, el vicegobernador Daniel Salvador afirmó su liderazgo en el comité provincial. En Quilmes no se consiguió una lista de unidad. El consejal Mariano Camaño se impusó frente a Victor De Martino y Oscar García (4190 votos contra 1600). Ante la derrota, García renunció a su cargo como secretario de Servicios Públicos, luego de una desgastada gestión por su responsabilidad política en el demonte del humedal de Bernal, realizado en julio de este año.
En el día de ayer se confirmó la asunción de Sergio Chomyszyn en la secretaría de Servicios Públicos, quién antes se encargaba del área de Alumbrado Público y Semaforización. El flamante secretario desplazó a Victor Martuchi, cercano al radical Fernando Pérez. Esto generó el enojo de la facción de que había ganado las internas radicales del último domingo. Se registraron gritos y forcejeos en la oficina municipal.
El conflicto también repercutió en el Honorable Consejo Deliberante. Pérez presentó la conformación de un nuevo bloque con sus concejales afines: Mariano Camaño, Raquel Vallejos, Susana Maderal y Christian Alvarez. Este último podría ser reemplazado por el radical Ariel Domene, secretario de Cultura, Deporte y Educación, en caso que se confirme su renuncia. Mientras que el bloque oficialista quedaría conformado también por cuatro miembros: Juan Bernasconi, José Salustio, Rocío Escobar y la presidenta del bloque, Raquel Coldani.
Mientras el PRO quilmeño y el radicalismo dirimen sus disputas internas, las consecuencias están a la vista ya que ambos partidos acuerdan en las medidas que se han tomado en el último tiempo. Los centros culturales aguardan la aprobación de una ordenanza que legitime su aporte a la cultura de la ciudad, luego del veto de esta semana. También son cientos de despedidos en áreas sensibles del Estado municipal como Niñez y Desarrollo Social, los que se vieron afectados
la gestión de Cambiemos. Ni siquiera puede garantizarse la protección de miles de hectáreas protegidas en la ribera de Quilmes, que sufren las consecuencias de los negocios inmobiliarios o los desmontes.
