Un año más este encuentro único en el mundo, congregó a miles de mujeres que luchan contra la violencia machista, la trata de personas y por el aborto legal, seguro y gratuito.
La ciudad portuaria albergó este año a más de 60.000 mujeres que viajaron desde todo el país para debatir, en charlas y talleres, sobre las distintas problemáticas que cotidianamente sufren las mujeres argentinas.
Quienes asistieron a los últimos enuentros coincidían en lo mismo: desde su creación en 1989, fue el encuentro más concurrido de su historia. Quizás fue el impulso de las jornadas del #NiUnaMenos lo que llevó a la masiva participación. También influyó el hecho de que, como citara Fito Páez, Rosario siempre estuvo cerca. Pero lo fundamnetal es que fue el fruto de un histórico movimiento de mujeres que hace años denuncia la violencia machista y patriarcal.
El epicentro turístico de Rosario fue el elegido para realizar el acto de apertura. No fue una jura a la bandera ni un acto patriótico. Este año, el Monumento a la Bandera se tiñó de violeta, rosa, verde, rojo, naranja y múltiples colores que hacen referencia a la lucha de las diversas organizaciones y colectivos feministas que componen el Encuentro.
El sábado por la mañana, la Comisión Organizadora, formada por más de 200 mujeres rosarinas, dio la bienvenida a todas las participantes en la apertura del encuentro y leyó el comunicado consensuado por las organizaciones. “Aquí nos encontramos nuevamente, para fortalecer los lazos entre quienes conformamos este movimiento, para enfrentar y transformar juntas esta sociedad injusta, que agrava día a día nuestras condiciones de vida por el sólo hecho de ser mujeres”, subrayaba el comunicado. Se denunció a la cultura machista que deja como saldo, sólo en Argentina, la muerte de una mujer cada 28 horas.
También se hizo referencia a la situación de la ciudad de Rosario en los últimos años, castigada por las violencias de las bandas narco-policiales, que repercuten doblemente en las mujeres. “Por estos puertos de Rosario y su cordón, hoy en manos extranjeras, se llevan el 75% de la producción nacional. Por allí circula libremente el tráfico de armas y drogas y la trata de personas, que se han convertido en los negocios más redituables e impunes de los últimos años”. El Encuentro repudió la militariazación de la ciudad de Rosario.
No faltó la alusión al actual gobierno y el repudio a la ola de despidos que afectó a miles de mujeres en todo el país. “En la cadena del ajuste, somos miles de nosotras las más perjudicadas, porque somos sostenes de hogares y de familias y debemos afrontar solas los costos de estos ataques”.
La plaza San Martín de Rosario, fue el lugar de encuentro de las numerosas organizaciones que participaron del encuentro durante los dos días. Entre ellas, la Campaña contra las Violencias hacia las Mujeres realizó un taller de “Estrategias de abordaje frente a las violencias hacia las mujeres”.
En la misma plaza, la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito instaló su carpa donde se difundían materiales de información sobre la temática. Las facultades y escuelas se pintaron de feminismo y fueron espacios de encuentro de las mujeres que en los diversos talleres pudieron compartir experiencias personales, discutir y acordar medidas concretas contra las violencias de género.
“La organización y la lucha de las mujeres juntas es increíble, se vio ayer en los talleres, se abrían cinco comisiones por taller y había 60 talleres sobre múltiples temáticas”, relata Agustina una participante de Quilmes.
El encuentro culminó con una marcha que recorrió distintos puntos emblemáticos de la ciudad.
Finalmente, a su paso por la Catedral, las fuerzas de seguridad reprimieron con balas de goma y gases lacrimógenos a periodistas que cubrían la marcha y manifestantes. La Comisión Organizadora repudió el hecho ya que "pusieron en riesgo la seguridad y la vida de las miles de mujeres que nos autoconvocamos" y lo vinculó con la masiva convocatoria que tuvo el Encuentro este año. Es el segundo año consecutivo que las fuerzas policiales reprimen la marcha al llegar a la Catedral, símbolo histórico de la opresión a las mujeres y una muestra de que la organización femenina todavía es un problema para algunos sectores de la sociedad. Al finalizar la marcha cientos de mujeres gritaban en un cántico al unísono: "qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el Encuentro", haciendo referencia a que año a año el Encuentro de Mujeres se realiza y seguirá realizándose de manera multitudinaria, ya que el último día se eligió a la provincia de Chaco como la- anfitriona del Encuentro Nacional de Mujeres 2017.
Las mujeres seguirán saliendo a las calles del país a luchar por sus derechos.
