La convocatoria se desarrolló en tres días en los que centrales obreras, partidos de izquierda, movimientos sociales y agrupaciones de derechos humanos de todo el país se manifestaron en contra del aumento en las tarifas, la caída del empleo y el ajuste. La marcha principal en el centro porteño fue el último viernes.
La marcha de protesta del viernes fue organizada principalmente por los líderes de las dos CTA junto con la participación de las diferentes seccionales del gremio estatal de ATE. Quienes apoyaron la iniciativa fueron algunos gremios de la CGT, como el de Camioneros, de Hugo Moyano, o los bancarios. Participaron, además, el gremialismo de clase y agrupaciones políticas ligadas al kirchnerismo, como la Tupac Amaru. También fueron de la jornada, partidos de izquierda trotskistas y corrientes de la denominada izquierda independiente, principalmente referenciada en la corriente político-sindical Rompiendo Cadenas.
Los manifestantes recorrieron las columnas de todos los puntos cardinales del epicentro, Puente Pueyrredón, Plaza Miserere y Puerto Madero, hasta llegar al Obelisco de Buenos Aires, como también el área de la avenida de Mayo y ambas de sus diagonales estuvieron colmada de protestantes. Además, se realizó un pequeño acto en Ruta 3 y Germán Abdala, que luego reanudaron, marchando hacia plaza Once.
Todas las ollas populares y protestas culminaron con un acto de cierre en Plaza de Mayo, a las 17, en el cual, según la estimación de los organizadores, participaron unas 200 mil personas y si bien la premisa de la movilización fue "contra el tarifazo, el ajuste y los despidos", cada agrupación y partido sumó la propia. Se leían pancartas que pedían la renuncia de Mauricio Macri, banderas que reclamaban la liberación de Milagro Sala, otras que demandaban el regreso de Cristina Kirchner y hasta algunos marchantes que improvisaban carteles de "Fora Temer" en vista de la reciente destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Sin duda el momento crucial del acto fue cuando frente a la Casa Rosada tomaron la palabra los titulares de la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, Hugo Yasky y Pablo Micheli. Ambos referentes reclamaron al gobierno un cambio de las políticas económicas y la apertura de paritarias, de lo contrario amenazaron con el aumento de la conflictividad social y la cercanía de un próximo paro nacional.
Tras el cierre del masivo acto en Plaza de Mayo, dos horas más tarde aproximadamente, el gobierno reaccionó y dio una respuesta. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, convocó a los líderes de las dos CTA con el objetivo de destrabar el plan de lucha que habían comunicado al final de la manifestación.