Tragedia y terror fue lo que se vivió en 1976 desde el 20 al 27 de Julio en las localidades de Libertador General San Martin, Calilegua y el Talar, ubicadas en la provincia de Jujuy.
“El apagón de Ledesma” consistió en una serie de cortes de energía eléctrica provocados intencionalmente por la dictadura militar, en las localidades jujeñas de Libertador General San Martin, Calilegua y el Talar. Estos cortes les permitieron a los militares, junto con la Policía Federal y la local realizar una serie de secuestros simultáneos. Las víctimas de estos secuestros eran estudiantes, militantes políticos o sociales, sindicalistas y personas involucradas en protestas sociales.
Este horrible episodio de represión, vivido en la provincia de Jujuy, no podría haberse llevado adelante sin la complicidad de le empresa agroindustrial Ledesma, que les brindo a las Fuerzas Armadas, personal y vehículos que eran propiedad de la empresa, los cuales utilizaron para trasladar a las víctimas a los centros de detención.
Finalmente se supo que 400 personas fueron secuestradas durante estas operaciones y que aún 33 de ellas siguen desaparecidas.
Entre las víctimas de estos secuestros se encuentra Luis Arédez, que fue el intendente de Libertador General San Martin en la década de 1950. Su esposa, Olga Márquez de Arédez, fue una persona muy importante en la lucha por los derechos humanos en Jujuy y en la búsqueda de un responsable de los hechos acontecidos.