Fue presentado ayer como nuevo Secretario de Seguridad de Quilmes, en reemplazo de Analía Pauluzzi. Sus antecedentes marcan que estuvo vinculado, en la Comisaría de Villa Centenario de Lomas de Zamora, con Mario “Chorizo” Rodríguez, estandarte de la "maldita policía", que el 6 de noviembre de 1996 realizó la Masacre de Andreani. Allí murieron 9 personas, incluídas el rehén Marcelo Damián Vázquez, a manos de la bonaerense. Radiografía del nuevo funcionario, que tiene una fuerte ligazón con los sectores más oscuros de las fuerzas policiales.
Quilmes ya sabe quien será la nueva cabeza al frente de un área que, para el gobierno de Martiniano Molina, resulta una piedra angular por el lugar que tiene la cuestión de la "inseguridad" en la agenda pública. Molina busca hacerse de efectivos que "conozcan" la función y hagan efectiva su "experiencia acumulada".
Todos los cañones apuntaron (valga la expresión) al Comisario Mayor Oscar Fabián Tosso, de 50 años. Tosso sucede de esta forma a Analía Pauluzzi, quien volvió a su función en la subsecretaría de Seguridad.
Tosso cuenta con una currícula extensa, ya que en su haber puede contar que fue titular de la DDI de Lomas de Zamora, que ocupó el cargo de la Superintendencia de Comando de Prevención Comunitaria, bajo las órdenes de Alejandro Granados en la provincia, que también estuvo al frente de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas Azul y que, además, fue jefe de la Departamental de Mar Del Plata. Por otro lado su nombre fue puesto como posibilidad cuando en 2011 Daniel Scioli realizó cambios en la cúpula policial y se lo mencionó, según el periodista Carlos Pagni, como aspirante a comisario general, por recomendación del ahora ex juez federal Norberto Oyarbide.
Pero es quizás su papel de servicio externo de la Comisaría de Villa Centenario de la localidad de Lomas de Zamora, la que mayor polémica acarrea.
Su apellido está fuertemente ligado con el de un paradigma de lo que se conoce como la Maldita Policía bonaerense, caracterizada por casos de aprietes, extorsiones, amenazas, corrupción, torturas y asesinatos, con una metodología clara: la de administrar una caja para recaudar mediante delitos que promovían. Mario “Chorizo” Rodríguez, por entonces al frente de la Unidad Regional de Lanús, era una de las caras de ese accionar corruptamente institucionalizado.
Rodríguez fue la cabeza fundamental del operativo policial que terminó en tragedia el 6 de noviembre de 1996, en lo que se denominó como la Masacre de Andreani. Ese día fueron emboscadas, por cuarenta efectivos de la Bonaerense, quince personas. Allí se incluían los asaltantes del minibanco ubicado dentro de la sucursal Andreani de Avellaneda pero también rehénes como Marcelo Damián Vázquez, de 22 años, dejando como saldo nueve muertes, con Vázquez incluído.
Con el correr de los meses posteriores a la Masacre se fue corroborando que la operación fue impulsada desde un sector de la Bonaerense, que proveyó de armas al comando que buscaba asaltar el Andreani, todo bajo el conocimiento y consentimiento del ala ligada a Rodríguez, que por ese entonces estaba entre el retiro o su sueño de un salto importante hacia la jefatura de la Maldita Policía.
La jueza Silvia Susana Gonzalez hizo mención de la participación de Tosso en el hecho ya que lo involucra con extorsiones en nombre de Rodríguez.
Por lo señalado, no son promisorios los antecedentes del nuevo titular de la Secretaría de Seguridad, con estrecha ligazón a una camarilla de la bonaerense que tiene como modus operandi los peores vicios de la peor escoria de nuestra sociedad (agravados porque se trata de una fuerza armada). Pero el intendente Molina sigue la receta histórica y aplica el tan mentado lema: "Mejor malo conocido..."