El intendente de Quilmes, fiel a la política que impulsa Macri a nivel nacional, ha dado de baja todos los contratos de las y los trabajadores del Programa del Ministerio de Trabajo de la Nación “Red de Servicios de Empleo-Distrito Quilmes”. Se viene descargando la crisis sobre la clase trabajadora ¿Pero cómo hará, si la deja sin trabajo?. Por las y los Trabajadores de Empleo y Economía Social de Quilmes.
El pasado 7 de julio las y los trabajadores del Programa del Ministerio de Trabajo de la Nación “Red de Servicios de Empleo-Distrito Quilmes”, fueron notificados de la baja de todos sus contratos, por lo tanto la disolución del área. Ya en diciembre de 2015, a tan sólo unos días de haber asumido el flamante nuevo intendente, recibieron amenazas de despidos que no se concretaron hasta febrero. En ese momento los municipales fueron reincorporados pero tuvieron que sostener el funcionamiento del área durante 3 meses sin recibir remuneración. Inclusive hasta el día de hoy se adeudan meses trabajados.
Desde esta oficina se gestionaban programas de empleo y capacitación dirigidos hacia jóvenes sin experiencia laboral, personas con discapacidad, mujeres en situación de violencia de género, personas privadas de su libertad, adictos en recuperación y travestis, transexuales/transgéneros. A través de la articulación con organismos nacionales, provinciales, municipales, ONG’s, comercios y empresas, la Oficina de Empleo de Quilmes impulsaba la finalización de estudios formales, la realización de cursos de oficio y la inserción laboral en el ámbito público y privado.
Al abordar al empleo en todas sus dimensiones, también fomentaba el emprededurismo a través de brindar talleres de diseño textil, diseño gráfico y comercialización. Además de estas capacitaciones, se proporcionaban espacios de comercialización en 3 ferias ubicadas en diferentes puntos del distrito, garantizando más de 100 puestos de trabajo autogestionados.
La última vez que esta oficina abrió sus puertas fue a fines de junio, momento en que se trasladó a un edificio donde no están garantizadas las condiciones mínimas de un trabajo digno: no hay calefacción, no se pueden enchufar las computadoras porque la instalación eléctrica no está preparada, no posee servicio de internet ni teléfono, es inaccesible para personas con discapacidad motriz porque carece de rampas o ascensor y hasta se pueden encontrar ratas en los sanitarios. Lo único bien instalado es el cartel que se observa en la fachada, que irónicamente fue inaugurado el mismo día en que los trabajadores fueron despedidos.
Siendo Jorge Triaca Ministro de Trabajo y Gabriela Michetti Vicepresidenta, que con una discapacidad motriz conocen las dificultades para conseguir empleo en esas condiciones, esperaríamos mayor piedad a la hora de diluir organismos dedicados a la inclusión laboral y educativa de poblaciones vulnerables. Pero parece que para el ajuste no hay lugar a contemplaciones de esta índole.
En el afán de ejecutar al pie de la letra la política nacional de achicamiento del estado, la gestión Molina, además de despedir a más de 1200 empleados municipales y perjudicar a miles por la privación de los derechos garantizadxs por estxs, también viola acuerdos de alcance nacional firmados con el MTEySS, la SEDRONAR y el Patronato de Liberados de la Provincia de Bs As.
En un contexto de tarifazos, inflación y cierre de paritarias por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil, Martiniano Molina, con el aval de Macri y Vidal, descarga la crisis sobre la clase trabajadora. Y lo hace de una manera tan perversa que suprime un área encargada de fomentar el empleo, el autoempleo y calificar la mano de obra futura.
