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Por amor al arte

Reconocer el sentimiento que una persona tiene por el arte no es difícil. Miguel Troncoso, artista plástico, docente, tatuador de zona sur y amante de la imagen reflexiona sobre sus pasiones.

-Contanos un poco de vos Miguel.

M: Soy pintor, dibujante, docente, tatuador y aerografísta. Más que nada me dedico a la docencia, que es un ingreso fijo. El resto lo hago por amor al arte, aunque muchas veces me sirvió también como aporte económico, ya que diferentes encargos por parte de clientes representaron dinero y hasta reconocimiento. Soy egresado de Bellas Artes “Carlos Morel” en Quilmes y, hace años, docente en Alte. Brown.

-¿Qué tipo de imágenes y técnicas utilizas?

-Las técnicas son variadas, en el dibujo por ejemplo uso lápiz, carbonilla, birome; en pintura, óleos, acrílicos, sintético, aerógrafo u otros. Me dedico a la figuración y el realismo, mi estética va por ese lado. Busco la representación del cuerpo humano, jugar con los colores, la luz y la sombra, descubrir los detalles en la anatomía.

-¿Cuáles dirías que son tus referencias?

-Me encanta el trabajo de Lucian Freud, esa imagen fuerte con el ser humano, pero también otros como Dalí, Toulouse Lautrec, Carlos Alonso, Egon Schiele. Absorbo muchas influencias. También me gusta el arte fantástico como el de Boris Vallejo, Ciruelo o Giger. Se me hace difícil definir mi imagen o mis influencias, pero constantemente estoy actualizándome. Prefiero el óleo para resolver algunos tipos de imágenes aunque descubrí en el aerógrafo la rapidez y lo fotográfico de la técnica. Lo usé para trabajar series de niños y calaveras. Mis gustos se basan en figuras de ancianos, niños o desnudos que me causan impacto, más bien en lo emocional que lo argumentativo, más la técnica que el mensaje, en el impacto.

-Aparte de pinceles y aerógrafo ¿usas otros elementos para el arte? Contanos de tu veta tattoo...

-Sí, fue el aporte que tiene el mundo artístico y los viajes lo que me permitió abrir la cabeza y conocer gente que hace aportes al arte de cada uno. De ahí fue que conocí a un par de alumnos particulares que tatuaban y me preguntaron si quería hacerlo. Ni lo dudé.

-¿Cuál es tu estética en el tattoo?

-La misma que en la pintura, vale aclarar que mi práctica fue directamente en la piel, como me pasa con todo, me mando, medio kamikaze... (risas). Tatuar es complejo desde las cuestiones técnicas, la tinta, la aguja, la maquina; no hay margen de error, no se borra, te llevas el error en la piel. Obviamente me ayudó todo lo que aprendí en Bellas Artes, la práctica y el dominio de la figura. Si bien [tatuar] me genera ingresos, realmente lo disfruto. Cuando tatúo me pierdo, me concentro en eso y pasan las horas sin darme cuenta. Para mí los mejores tatuadores acá en Argentina, son pintores como Javier Obregón o Henry Anglas y en el exterior Dmitry y Alex Hurtado. A mi particularmente me gusta “Black and Grey”, no hago new school.

-Hablanos de tu labor como docente.

-Es algo que disfruto también, el contacto con los alumnos, la experiencia y la motivación que les puedo transmitir. Enseño en todos los niveles, primaria, secundaria y también doy clases particulares en Solano. Cuando entro al aula y me ven todo tatuado siempre me hacen preguntas y de ahí surgen conversaciones que derivan en mis otras pasiones. Trato de hacer salidas a museos para que los chicos se acerquen al arte.

-¿Dónde podemos ver tu obra?

-Tengo un FB Miguel Tatoo Troncoso donde pueden ver mis obras y tatuajes, también un blog http://migueltroncoso.blogspot.com.ar/ .

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