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Todo lo que necesitas es Paul: Las 7 maravillas de McCartney

Mientras saca a relucir toda su calidad por los escenarios argentinos con su One on One Tour, con un show en Córdoba y dos en el Estadio Único de La Plata, El Caminante indaga en la vida y obra del Beatle y acerca algunos datos que marcan su vigencia y esplendor.

Quizás sea el cantautor más importante e influyente de la cultura popular contemporánea. Millones y millones de discos vendidos, de descargas en celulares y computadoras, de fanáticos que colman estadios a lo largo del mundo, comprueban, desde hace más de 50 años, que Los Beatles, en general, y Paul McCartney, en particular, marcaron y siguen marcando una huella indeleble en varias generaciones, que se siguen conmoviendo con himnos como sus “Yesterday”, “Let it be” y “Eleanor Rigby”.

“Macca” integró el dueto compositor más prolífico de la historia de la música, junto con John Lennon. Allí se asociaban el talento, la creatividad en estado puro, el trabajo duro y en equipo (con los aportes, desde su lugar de George Harrison y Ringo Starr), la rabia juvenil, el espíritu de autosuperación constante y el inconformismo a reducir su trabajo a moldes estáticos y encasillables.

A continuación, algunas perlitas imperdibles de Paul.

1-Su primera infancia transcurrió en una familia unida, de clase media, sin faltas materiales y “más cálida” que la de John Lennon. Su padre, James ("Jim") McCartney, era un vendedor algodonero, y gran músico autodidacta y su madre, Mary Patricia Mohin, era enfermera en el Hospital Walton, de Liverpool. Ambos bordeaban los 40 años cuando tuvieron a Paul y la familia se trasladaba de pueblo en pueblo por la profesión de Mary. Los campos de juego del pequeño Paul y su hermano menor Mike eran los agujeros en la tierra, producto de las bombas arrojadas durante la Segunda Guerra Mundial.

2- Jim, el primer maestro. Fue su padre (también habilidoso con los crucigramas y de un amplio y refinado vocabulario) quien le dio sus primeras lecciones de música, ya que no le enseñaban en el Instituto de Liverpool, una escuela secundaria gratuita ubicada en el mismo edificio del Colegio Superior de Arte. McCartney padre tocaba la trompeta en la Jim Mac's Jazz Band, hasta que perdió los dientes y quiso reemplazarlo con el clarinete, sin éxito. En su casa, tocaba también el piano (de gran forma), que compró en el almacén de Harry Epstein, el padre del luego famoso representante del cuarteto de Liverpool, Brian Epstein. Paul todavía lo conserva y le tiene mucho afecto. Pero, por su falta de conocimiento profesional, Jim no le quiso enseñar a tocar el piano. Paul debió tomar clases con una instructora que lo aburría y, hasta el día de la fecha, McCartney toca y escribe de oído, sin saber leer música.

3- Su juventud, Lennon y la primera banda. A los 14 Mary, su madre, falleció de cáncer y esto marcó a fuego su etapa adolescente. Años después, las conversaciones al respecto con John Lennon, quien también perdió a su madre de forma prematura, sirvieron de mutuo soporte y se convirtieron en grandes amigos. Se conocieron en julio de 1957 en el colegio. 3 años antes Paul ya hablaba asiduamente con su compañero “de autobús” y un año menor que él, George Harrison. Con su canción “Twenty fly rock”, consiguió un lugar en The Quarrymen en 1958, banda que Lennon había formado en la secundaria, donde hacían rock and roll y skiffle, un tipo de música popular, con jazz y blues. Paul se convirtió entonces en el guitarrista principal. A partir de ese momento la banda fue adoptando nuevos nombres (Beatals, Johnny and the Moondogs y Silver Beetles, para adoptar finalmente The Beatles) y se unieron George Harrison y el primer baterista como banda más consolidada, Pete Best.

4- Con ustedes, Los Beatles. Fueron 13 discos en 7 años pero también un legado para universal para la cultura popular. Ya con Ringo Starr en batería, Paul en el bajo y el piano y Lennon y Harrison en guitarras, su ascenso al estrellato fue meteórico y las baladas juveniles y rockanrolles pegadizos, de 3 minutos, causaban sensación en todo el mundo. “Love me do”, “I wanna hold you hand” y “I saw her standing there” fueron pilares en esa primera etapa de la banda. Desde 1966 hasta el final del grupo, en 1970, la banda tuvo un vuelco definitivo en su concepción musical. Fue el pase de ser una banda de hits agradables y pegadizos, a consolidarse como ser una de las más influyentes de todos los tiempos. La dedicación se volvía una obsesión; otro tipo de letras (más ingeniosas), las técnicas de grabación fueron evolucionando, y los parámetros de instrumentación se expandieron más allá del límite convencional para un grupo que solo “hacía rock”. Paul tuvo mucho que ver en este viraje y su calidad como compositor y organizador de la banda marcaron a fondo esta etapa. La competencia creativa con su amigo Lennon dio a luz discos de referencia universal como Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band (1967), THE BEATLES, o “Album Blanco”, (1968) y Abbey Road (1969).

5-Paul con The Wings y su etapa solista. En 1970 fue el final de Los Beatles y McCartney mientras anunciaba la noticia que conmovía al mundo, anunciaba que ya estaba en marcha su primera producción como solista: “McCartney”. Su esposa, Linda Eastman (con quien tuvo a sus hijos Maryland, Stella y James y que ya era madre de Heather, luego adoptada por Paul), participaba en los coros y, en batería, Denny Seiwell. Luego le siguió “RAM” y se iba consolidando el “proyecto Wings”, que en 1972 tuvo su primera gira, completando el quinteto con el guitarrista Henry McCullough y con el el ex guitarrista de The Moody Blues, Denny Laine. Su éxito más notorio fue Band on the run en 1973 (ya sin Seiwell y McCullough), que se convirtió en uno de los lanzamientos con mayor número de ventas de la década. La experiencia de Wings duró hasta 1980, año en que Paul lanzó “McCartney II”. Los años ochenta marcaron la nueva etapa de Macca donde realizó Tug of war (1981), producido por un viejo conocido, el mítico productor de los Beatles, George Martin, donde se incluye el famoso “Ebony and Ivory”, canción realizada con Stevie Wonder, y Pipes of peace (1983). Grandes trabajos que les siguieron a lo largo de los años son “Flaming pie” (1997) y “Chaos and creation in the backyard” (2005).

6-Su legado musical resulta invaluable y los números marcan su influencia en todo el mundo. En 1980 recibió el libro Guinness le otorgó un premio por llegar al récords de ser el máximo compositor de canciones vendidas en el mundo. De hecho, su famoso “Yesterday”, uno de los más celebrados de Los Beatles, tiene más de 2.500 versiones en los más diversos estilos musicales. Con la banda de Liverpool, que tuvo menos de diez años de vida, se estima que ha vendido 600 millones de ejemplares en todo el mundo, contabilizando discos, vídeos, sencillos y descargas digitales. A título individual, incluidos The Wings, desde 1970 hasta la fecha, se estima que ha vendido más de 100 millones de copias.

7-La fortuna de Sir Paul está valuada en más de mil millones de dólares. Sin embargo, algunos desenlaces poco deseados hicieron que las arcas del músico quedaran algo menguadas. La gran relación que tenían con Michael Jackson (grabaron juntos la exitosa canción “Say say say”, del álbum “Pipes of peace”) se echó por la borda cuando el cantante pop norteamericano compró, en 1983, los derechos de 260 canciones de Los Beatles, compuestas entre 1964 y 1970, por la suma de 47 millones de dólares. Fue el fin de la amistad entre ambos. Por otro lado, el divorcio en 2008 con la ex modelo Heather Mills (con quien tuvo a su hija Beatrice Milly), le trajo más de un dolor de cabeza y US$ 40 millones fue la cifra que tuvo que desembolsar para poner fin al contrato nupcial.

 
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