Siguen las inundaciones en el Litoral, en una entrevista con el investigador Rodolfo Leyes hablamos sobre la falta de voluntad política para solucionar el “crimen social” de los miles de afectados. “El fenómeno de inundación es un fenómeno de clase, porque afecta a los más empobrecidos”, marcó el especialista. Por La Revancha Programa.
Para dar un panorama de lo que pasa el docente e historiador de la Universidad Autónoma de Entre Ríos señala que allí: “hay dos mil personas evacuadas, la situación es realmente grave y en los próximos días el numero va a aumentar. Todos los ríos y arroyos están saturados. El fenómeno del Niño viene golpeando con fuerza a todo el Litoral”.
“Uno de los problemas detrás de la lluvia, que siempre estuvo, es el de la vivienda. ¿Por qué hay poblaciones enteras que todos los años se están inundando? Señalamos que hay un déficit habitacional muy grave”, asegura.
“En estos días recordaba una frase del gobernador de Entre Ríos, Gustavo EduardoBordet, ex intendente de Concordia, que se encuentra aguas abajo de la represa Santo Grande. Se refería a una fuerte inundación en esa zona en 2009 yseñalaba que “allí vivían 600 personas en zonas inundable y nosotros las sacamos a todas y esta nueva creciente nos encuentra con 50 familias viviendo en el mismo lugar”. Luego se refirió a cuestiones culturales, aludiendo a que “la gente no sabe”. Pero no es eso. La gente sabe que esos lugares son inundables, pero no tienen otro lugar donde vivir porque se trata de la fracción más pobre de la clase trabajadora. El fenómeno de inundación es un fenómeno de clase, porque afecta a los más empobrecidos, no a la comunidad en su conjunto”, enfatiza Leyes.
En cuanto a la responsabilidad estatal, Leyes no vacila en señala que “esto se trata de un crimen social por la falta de políticas al respecto. Teniendo la posibilidad de prevenir toda esta situación, no se previene”.
Relata la experiencia de su pueblo y las últimas inundaciones. “Yo vivo en Colón y en la creciente grande de diciembre tuvimos 1.500 evacuados, de los que se declararon oficialmente 1.000, por lo que mucha gente quedó afuera del censo. Se prometieron 80 casas, pero eso no alcanzaba, la gente requería un número mayor. No se realiza un censo de evacuados para medir la necesidad y solucionarla”, sostiene.
Marca fuertemente la inacción gubernamental al respecto. “Lo primero que debería hacerse es proponerle a la gente salir de esos lugares inundables donde viven. En el caso de que los vecinos prefieran quedarse (porque su opción es la de vivir en una zona así donde una o dos veces al año se les inunda todo, pero con todos los servicios cerca, o aceptar los planes del gobierno que literalmente los mandan al medio del campo, lo que deja mucho que desear para una digna calidad de vida) se deberían garantizar determinadas obras de defensas, contenciones. Pero el tema de la infraestructura es algo muy sensible que debe estar 100% bien realizado, porque las catástrofes pueden ser peores. En Villa Paranacito, la localidad más golpeada, hoy solo se puede entrar en barco. El lunes pasado, tiraron un terraplén por miedo que se venga abajo, por la presión del agua y que los resultados sean peores. Esto demuestra que las cosas no están bien hechas”, aclara.
En referencia con nuevas promesas por parte de las autoridades, Leyes sostiene que “en estos días prometieron en Concordia construir 100 casa nuevas, pero hacen casas de madera precarias, que la verdad que dan lastima”. El plan lo anunció Mauricio Macri hace 9 días. “Pero es lo único de lo que se habla y no pasa de ahí. Temas como el recurso hídrico, el manejo del rio, la cuestión de los desmontes, nunca aparece en la agenda. Surgen la promesas en el momento más álgido de la crisis y luego a esperar y que, en algunos casos con cierta movilización popular, se pueda ejercer presión para que aparezcan soluciones”, cuestiona enfáticamente.
Esta inundación ve agudizada su crisis ya que “en esta última inundación no hubo subsidios, en contraste con la inundación del 2009. A los que somos afectados en la costa nos otorgaban un monto que proviene de un fondo de Salto Grande, que es una caja fabulosa de dinero, y no les hace la diferencia darle plata a los inundados que se afectan en parte por los propios manejos de la empresa. Pero en este caso no le dieron plata a nadie. El motivo es el ajuste pero también que ellos sabían que habría nuevas crecientes y si daban plata en diciembre sabían que tendrían que hace lo mismo en abril, especulan con eso”, concluye Leyes.
“Todos estos elementos muestran que lo que pasa en Litoral es un crimen social y tiene una raigambre material y concreta. Entonces viene la inundación, se lleva todo y el estado brilla por su ausencia”, remata.