La Corte Suprema de Justicia revocó el beneficio de prisión domiciliaria que gozaba el represor Antonio Bergés desde el año pasado y determinó que vuelva a cárcel común.
El pedido de cárcel común para Bergés fue exigido durante estos meses, por distintas figuras y organizaciones sociales que pedían honrar la memoria, encontrar la verdad y la justicia por las víctimas del gobierno militar responsable de la desaparición de 30.000 personas hace 40 años. Finalmente hoy, la decisión “habría sido adoptada en base a un informe de la jefa de División y Tratamiento del Hospital Penitenciario Central I del complejo penitenciario” de Ezeiza, donde Bergés se encontraba alojado.
Recordemos que Bergés es un ex médico de la policía bonaerense que participó directamente de las torturas y en los partos de las embarazadas- detenidas en la última dictadura militar del país. Sobre todo cumpliendo funciones en el “pozo de Banfield” y en el “pozo de Quilmes” donde todavía funciona la dirección departamental de investigaciones (DDI). El ex - médico de la policía fue condenado a seis años de prisión en 1986, pero un año más tarde salió amparado por la Ley de Obediencia Debida. Durante todos estos años, sobrevivientes de los centros clandestinos de la policía bonaerense, tales son los casos de Adriana Calvo y Carmen Gallo Sanz, atestiguaron las torturas que aplicaba Bergés en persona. Las testigos relatan que “tenía más poder que muchos oficiales de bajo y medio rango”. En el año 2004 volvió a ser condenado, en el mismo juicio que fue condenado el genocida Etchecolatz. Sin embargo, el año pasado los vecinos de la zona de Quilmes pudieron comprobar que Bergés se encontraba gozando del beneficio de prisión domiciliaria en su casa ubicada en Quilmes Oeste, prisión que a partir de hoy cumplirá en una cárcel común.