Junto con amigos y vecinos del barrio Monte Matadero realizarán una movilización desde las calles Cevallos y Suipacha hasta Otamendi e Italia a partir de las 19.30. Se cumplen hoy tres semanas de la muerte del adolescente que iba con su caballo cuando fue atropellado por un colectivo de la línea 85 al cruzar la avenida Otamendi. Susana, comadre de Alan, señala que nadie del municipio ni de la empresa se solidarizó con la familia y que solo recibieron hostigamiento y dudosos“intentos de arreglo” por parte de estos últimos.
Fue noticia hace 21 días en distintos medios zonales y hasta nacionales porque el 85 dejaba su recorrido normal y no ingresaba a la Ribera quilmeña por “falta de seguridad”. Esto ocurrió tras el incendio de uno de sus colectivos por parte de los vecinos que habían presenciado cómo Alan Rios, de 16 años, era atropellado por un coche de la empresa Sociedad Anónima Expreso del Sudoeste (SOES). Una vez “garantizadas las condiciones” para volver a su servicio habitual, del caso de Alan no se escuchó hablar más.
Este medio se reunió con Susana, comadre muy cercana a la familia de Alan, que narraba lo sucedido aquella fatídica tarde y todo lo que vino después de la perdida del joven.
Señala que se enteró a las 9 de la noche de ese 11 de marzo de lo que pasó con Alan. Esto pasó a las 6 de la tarde, momento en que el colectivo, que iba a 90 kilómetros por hora, a pocos metros de la terminal, lo arrolló a él y su caballo y acabo con su vida. “Luego de lo que pasó el chófer se bajó del colectivo, vio al chico que atropelló y salió corriendo, lo abandonó. La gente que vio la situación, muy enojada por lo que hizo el hombre, le prendió fuego el colectivo. Estas personas que quemaron el coche eran de la zona, se dijo que fuimos los familiares pero la única que llegó sola al momento del accidente fue la mamá, el papá estaba trabajando y los hermanos todavía no estaban enterados”, aclara. “Además me enteré que las cámaras que están en la cuadra de la empresa no funcionan”, se lamenta.
Con respecto a si hubo respuesta alguna por parte de las autoridades municipales o de los dueños de la empresa, Susana dice que “no se acerco nadie”ni siquiera a dar su pésame o pedir disculpas. . “Sí se acercaron choferes de la empresa que quieren hablar con los padres para llegar a un “arreglo” y no quisieron. Era gente del barrio, que trabajan en la empresa”, agrega. “Yo estoy con vos, pero de la empresa me mandaron”, confiaba a los padres un colectivero del mismo barrio de la familia. También se acercó otro trabajador de la empresa, también del Monte pero de la otra punta del barrio. “Los padres se enojaron y no los quisieron recibir”, señala Susana.
En cuanto al papel de la empresa, hilando mas en fino, Susana plantea que “la empresa busca tapar todo, piensa que mataron a un perro pero se trataba de un ser humano, una criatura. De hecho, compraron con amenazas el testimonio de un carnicero que vio lo que pasó para que no declare en contra de ellos”, en referencia a la denuncia y la apertura de una causa judicial por parte de la familia. “Además fueron a la casa del amigo que acompañaba a Alan durante el accidente y le dijeron que elija el caballo que quiera que la empresa lo iba a pagar pero que deje este asunto de lado, que esto ya pasó” remataba Susana.
Susana reconoce el espíritu incansable de la familia. “La madre de Alan , Vanesa, desde su cuenta de facebook, pide que toda la gente que lo conoció siga apoyando la búsqueda por el esclarecimiento del caso, que los acompañen para que todos sepan que él era un buen chico y que sepa que estaba rodeados de amigos y familiares que lo querían mucho”, señala convencida. “El velatorio fue en la casa, porque se trata de una familia humilde, y realmente allí se notó que Alan era especial, todos se daban cuenta de que alguien muy importante faltaba allí. Tanto él como su familia son muy buena gente, trabajadora, él no era un chico que robaba ni se drogaba”, asiente con la cabeza mientras habla.
“Lo único que queremos todos los familiares y los que conocimos a Alan es justicia. Por eso es que vamos a estar realizando una marcha, partiendo desde las calles Cevallos y Suipacha, e iremos hasta Otamendi e Italia”, finaliza Susana visiblemente emocionada. El lugar se encuentra una cuadra antes de donde está la empresa Sociedad Anónima Expreso del Sudoeste (SOES) en el cruce con la Av. Cervantes, donde mataron al joven.