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Con sorprendentes errores de confección y variadas polémicas, se aprobó el Presupuesto 2016

La discusión en torno de los dineros que ingresarán y egresarán de las arcas municipales.

Con sorprendentes errores de confección y variadas polémicas, se aprobó el Presupuesto 2016.

La principal herramienta gubernamental que le permitirá a la gestión Molina administrar la suma de 5.925.757 pesos es una realidad. Sin embargo, llamó la atención de varios ediles ciertas incongruencias presentes en el texto a aprobar. Los votos: 19 a favor y 4 abstenciones, con la ausencia de Jose Migliaccio.

Edith Llanos, miembro del bloque del Frente para la Victoria, el único llamado a abstención, fue una de las concejalas que subrayó las incoherencias del plan presupuestario en debate.

Llanos remarcó que el incremento presupuestario, respecto del año anterior, es de alrededor de un 42 por ciento, con un aumento en los ingresos de origen municipal estimado en un 84 por ciento. Sin embargo, según la edil del FpV, para materializar parte de dichos ingresos es necesario cobrar a partir de las tasas de servicios urbanos municipales un 138 por ciento más que en 2015, a lo que se preguntó: “¿Cómo van a hacer para que paguen un 110 por ciento más de contribuyentes?” y añadió que “se pretende hacernos creer que van a recaudar más que en el 2015, cuando a nivel nacional lamentablemente se está reduciendo el poder adquisitivo de los trabajadores y de los jubilados”.

La siguiente polémica vino de la mano de Nancy Espósito, otra de las integrantes del FpV. Espósito hizo énfasis en la partida destinada al sueldo del intendente. Según el esquema presupuestario, el salario de Martiniano Molina es de aproximadamente 120 mil pesos. Con todo, lo controvertido de la cuestión son las cuotas designadas para los “gastos de representación”, egresos que pueden alcanzar el 50 por ciento del estipendio del intendente. Así, Martiniano podría llegar a gastar a título personal unos 180 mil pesos al mes. La concejala del FpV destacó así la brecha existente entre la remuneración mínima de un empleado público (aproximadamente 4000 pesos) y el emolumento del que dispondrá Molina.

Finalmente, el concejal Jose Casazza, del partido Frente Renovador, hizo una moción de orden para que en el mes de marzo se presente el presupuesto debidamente adecuado a las necesidades del municipio. Dicha moción no alcanzó los votos necesarios para ser efectivizada. Luego de cerrada la sesión, se escucharon voces que exclamaban: “y estos hablan de transparencia…”.

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