
Se llevó a cabo una multitudinaria movilización a Plaza de Mayo convocada por Trabajadores del estado (ATE) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) a la que adhirieron gran cantidad de organizaciones sociales, sindicatos y partidos de izquierda.
Las centrales de trabajadores nacionales y provinciales y las organizaciones sociales acompañan a los estatales para reclamar por "los despidos producidos en los sectores público y privado", por "las inmediatas reincorporaciones" y en demanda de "la eliminación del impuesto a las Ganancias sobre los salarios". Hugo Godoy, titular de ATE, sostuvo que "hay alrededor de 20 mil despedidos en todo el país, de los cuales entre 8 y 10 mil son trabajadores del Estado nacional". La medida de fuerza surge a raíz de la ola de despidos y reclama también por la apertura de paritarias y una mejor oferta salarial para todos los trabajadores, incluyendo a los docentes que volvieron a rechazar el aumento del %24 en cuotas que ofreció el gobierno de la provincia.
Se le suma a estas exigencias, el profundo rechazo al nuevo Protocolo de Seguridad que el gobierno nacional decretó para regularizar las protestas sociales que impiden la normal circulación. Los dirigentes sindicales declararon que el nuevo Protocolo es “criminalizar la protesta social”.