El renovado Honorable Consejo Deliberante finalmente dio curso al aumento de las tasas municipales. La asamblea extraordinaria tuvo que espaciarse durante más de 2 horas, ya que la falta de quórum en un primer intento de sesión obligó a posponer la votación.
La asamblea extraordinaria tuvo su primer capítulo en la jura de la concejal Susana Norma Maderal. La representante del GEN ocupó la silla que había dejado vacante el concejal Ariel Domene, luego de que éste solicitara licencia para asumir en el gabinete de Martiniano como Secretario de Cultura.
Luego de un prolongado intervalo, se reanudo el conclave en vistas a la votación para el aumento del impuesto municipal. Sin embargo, a pesar de que se hizo presente la totalidad de los concejales, no hubo quorum de mayores contribuyentes (solo 8 asistencias). Así, se prorrogó la deliberación para media hora más tarde.
Finalmente, en un segundo intento y con el mismo número de asistentes, se decidió comenzar con el sufragio. Con 18 votos positivos, 5 abstenciones y 1 voto negativo, se aprobó el aumento del 25 por ciento en las cargas fiscales que demandaba la administración Molina.
Los ediles que se abstuvieron: todo el bloque “gutierrista”, compuesto por Jose Migliaccio, David Gutiérrez, Claudio González, Nancy Espósito y Edith Llanos.
La única edil que voto negativo fue Eva Mieri (La Cámpora).
Algunas intervenciones de los concejales antes de la votación.
Algunos de los concejales, antes de comenzar la votación, decidieron ofrecer una definición de los términos que se proponían discutir.
El primero en hablar fue José Migliaccio. El edil del Frente para la Victoria subrayó algunos méritos de la intendencia de Francisco Gutiérrez, como por ejemplo la recuperación para la gestión pública de tres tareas municipales concretas: el sistema de cobranza de los tributos, alumbrado público y la recolección de la basura. Migliaccio, en nombre del bloque del que forma parte, decidió abstenerse en la votación; afirmó que no estaba de acuerdo con el acrecentamiento de las tasas, pero que sin embargo deseaba acompañar el trabajo de Molina con “voluntad política”.
Mientras tanto, el representante del bloque Juntos por Quilmes, Angel García, hizo expreso su deseo de que el carácter “progresivo” de las tasas municipales se imite en una futura modificación del régimen de tasas comerciales, “porque no es lo mismo poner una verdulería en la ribera que en Bernal Centro”.
Por el lado del Frente Quilmeño para la Victoria, Eva Mieri sostuvo que el principio de capacidad tributaria, el cual dicta que aquel contribuyente que más tiene más debe pagar, “no se ve reflejado” en el presente aumento de los impuestos municipales. Además, aseveró que “nos enfrentamos a un contexto en el cual el bolsillo del ciudadano ha sido vapuleado en menos de 2 semanas; hemos recibido la quita de los subsidios en los servicios públicos, la canasta básica de consumo ha duplicado su precio, se han devaluado nuestros sueldos casi un 40 por ciento ¿Y nosotros seguiremos castigando el bolsillo de nuestro vecino quilmeño con un incremento del 25 por ciento en la tasa municipal?”, y agregó que dicha suba, contrariamente a lo que se pretende, provocará una caída de la recaudación municipal, ya que el ciudadano, al no poder llegar a fin de mes, eludirá el pago de dichas tasas.
Mieri vaticinó que en el sector comercial la medida repercutirá en una caída de las ventas y en el despido de empleados, siendo los pequeños comerciantes los más perjudicados. Para finalizar, la representante del Frente Quilmeño para la Victoria denunció la situación de algunos barrios privados que sólo pagan 50 pesos más de impuestos municipales que otros establecimientos que ni siquiera tienen acceso a la totalidad de los servicios públicos, y sentenció: “Como se demostró en la urnas, los vecinos quilmeños votaron un cambio y ese cambio no se está viendo reflejado en una medida que viene siendo tomada durante los últimos años.”